Año tras año, con la llegada del verano, vemos aparecer con más frecuencia manchas molestas y antiestéticas en la piel. Pero, ¿qué son exactamente?
Estas manchas son también conocidas como discromías cutáneas e indican una variación así como una alteración del color normal de la piel. Por lo general, están causadas por muchos factores, por esta razón, siempre es importante realizar un análisis para evaluar el tipo de problema personal que puede provocar esta decoloración de la piel. Por lo general, cuanto más profundas sean las manchas en comparación con la capa superficial cutánea, la piel requerirá más cuidados.
Las causas pueden ser muchas, la más simple y más común es la exposición prolongada al sol, lo que puede conducir a la aparición de pecas o manchas oscuras, lenticulares, que pueden ser causadas por quemaduras solares.
Otra causa que es bastante común es el melasma gravídico, es decir, la aparición de manchas durante el embarazo o la lactancia. La principal causa es hormonal, ya que los melanocitos (células que producen melanina) son inducidos a cambiar durante el embarazo, así como el cuerpo de la mujer cambia durante los nueve meses. Suelen situarse en la frente y en las mejillas o alrededor de los labios.
Incluso el uso de medicamentos, como los antibióticos o las píldoras anticonceptivas, pueden sensibilizar la piel, lo que aumenta la posibilidad de la aparición de manchas por el sol. Además, las pequeñas manchas oscuras en la piel también pueden aparecer con la edad. Las manchas en la piel se pueden eliminar con el láser, luz pulsada intensa, radiofrecuencia o peelings químicos.