El envejecimiento es un proceso natural que no podemos evitar, pero sí prevenir. El envejecimiento es cronológico e inevitable y está genéticamente programado en cada individuo. Pero existe otro tipo de envejecimiento, el añadido, que puede evitarse y aminorarse. Está determinado por múltiples factores externos como calor, frío, sol, malos hábitos alimenticios, tabaco, alcohol y estrés, entre otros.
La piel es el órgano en donde el envejecimiento prematuro es mucho más visible a través de la caída de los tejidos del rostro (piel, grasa y músculo), que traen como consecuencia la pérdida del óvalo de la cara, la acentuación de las arrugas y la aparición de manchas. Por ello, es necesario llevar a cabo algunas medidas que ayudarán a conservar por más tiempo las cualidades de una piel sana y joven: color, elasticidad, luminosidad e hidratación.
A continuación damos 10 consejos para evitar el envejecimiento prematuro:
1. Dormir y descansar. Durante las horas de sueño el proceso de regeneración de la piel es mucho más efectivo que durante el día, por ello es indispensable dormir mínimo siete horas diarias, aunque hay organismos que requieren ocho horas de descanso.
2. Alimentación sana y equilibrada. Nuestro cuerpo requiere de nutrientes para mantenerse sano y tener mayor vitalidad. La importancia de ingerir alimentos de cada grupo en porciones adecuadas como: proteínas, carbohidratos, grasas y oligoelementos.
3. Ingerir suplementos alimenticios con acción antioxidante, en especial aquellos que están elaborados a base de extractos naturales como la uva, granada y selenio que cuenten con respaldo científico. En el mercado existen antioxidantes naturales que mejoran la hidratación, textura y suavidad de la piel.
4. Evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas. Después de las radiaciones UV, se sabe que el cigarro y el alcohol son los principales enemigos de la piel, pues aceleran el proceso de envejecimiento. Los daños que causan son directamente proporcionales al grado de consumo.
5. Evitar la exposición al sol. Los rayos solares son los principales causantes del envejecimiento prematuro. Por ello, es indispensable utilizar a diario protector solar, así como sombreros, gorras y lentes, entre otros. El daño que el sol causa en la piel es acumulativo y su deterioro es irreversible.
6. Utilizar productos adecuados para cada tipo de piel. Adquirir productos respaldados por marcas de prestigio y diseñados específicamente para nuestro tipo de piel ayuda a preservar su salud y belleza.
7. Actividad física. El ejercicio moderado y constante ayuda a que la piel se regenere de forma adecuada. Se recomienda realizar alguna actividad física de 30 a 45 minutos a diario.
8. Control del estrés. Cuando nos estresamos, el cuerpo reacciona produciendo hormonas, como la adrenalina, que pueden afectar de forma directa algunas funciones de la piel. Si bien es cierto que el estrés no puede evitarse, también lo es que puede controlarse.
9. Revisión médica. Es preciso realizar chequeos médicos con regularidad para tratar o detectar alguna anomalía o desequilibrio en nuestro organismo, pues se sabe que el estado de salud se refleja en la piel.
10. Actitud positiva. Elevar el estado de ánimo beneficia la salud, aumentando algunas sustancias que combaten el estrés y la ansiedad. Una sonrisa es un destello de luz en el rostro.