Tener arrugas de expresión es una de las cosas más habituales entre la población. Se trata de aquellas líneas marcadas que aparecen en diversas zonas del rostro como producto de nuestras gesticulaciones al reírnos, llorar, hablar, expresarnos, etc.
Aunque son muy frecuentes y, normalmente, afectan a casi todas las personas, lo cierto es que pueden resultar molestas a la vista ya que pueden dar un aspecto envejecido. Por ese motivo, la Medicina Estética lleva décadas dedicándose a encontrar la mejor solución para eliminarlas de forma duradera y, sobre todo, sin necesidad de pasar por quirófano.
Tipos de arrugas o líneas de expresión
Las arrugas en general se distingues principalmente en dos tipos: arrugas dinámicas y arrugas estáticas. La diferencia entre ambos tipos de arruga deriva en su origen, es decir, en la causa que las produce. Las arrugas estáticas son aquellas que se corresponden con los pliegues naturales de la piel en el proceso de envejecimiento cutáneo.
En cambio, las arrugas dinámicas son las que conocemos como arrugas de expresión y no tienen tanto que ver con la edad. Este tipo de arrugas, tal y como mencionamos anteriormente, son aquellas que se forman por el movimiento continuado y repetido de los músculos del rostro al gesticular. A su vez, dentro de esta categoría existen tres tipos:
- Frente: Las arrugas de la frente suelen aparecer como líneas horizontales que proporcionan aspecto de enfado.
- Entrecejo: Las arrugas del entrecejo son líneas verticales que pueden dar un aspecto arduo y tosco al rostro.
- Patas de gallo: las arrugas de las patas de gallo son las más conocidas de las arrugas de expresión. Aunque no tienen relación directa con la edad sí es cierto que se acentúan con el tiempo. Son aquellas líneas que se forman en el contorno exterior del ojo como resultado de la contracción del músculo orbicular.
¿Cuándo aparecen las arrugas de expresión?
La aparición de las arrugas de expresión no está relacionada con el proceso de envejecimiento cutáneo natural. Aunque, a pesar de ello, es cierto que con el paso de los años sí tienden a acentuarse aquellas arrugas previas ocasionadas por las gesticulaciones naturales.
En términos generales se puede decir que estas arrugas tienden a comenzar su proceso de aparición a partir de los 25 años. Esto no significa que a esa edad se vean ya, pero sí que comienzan a dejar huella para luego ser visibles a partir de los 30 años. Lo cierto es que el baremo de edades es relativo ya que siempre existen personas más afectadas que otras.
De hecho, a pesar de que se trate de arrugas que se ocasionan por la contracción muscular habitual al gesticular como todos gesticulamos, lo cierto es que hay más factores que influyen en su aparición. El más común es la genética que no es modificable, pero luego hay factores que sí son modificables e influyen bastante en las líneas de expresión. Estamos hablando del estilo de vida, el consumo de tabaco, alcohol, la cantidad de agua que se ingiere, el cuidado de la piel, etc.
El tratamiento de líneas o arrugas de expresión con neuromoduladores es idóneo para eliminarlas
Eliminar de forma eficaz y duradera estas arrugas de expresión es algo que muchas personas desean. Tanto hombres como mujeres están cada vez más interesados en tratar estas pequeñas líneas que hacen que el rostro parezca más envejecido de lo que realmente está. Para ello, desde hace mucho tiempo se utiliza el tratamiento de líneas o arrugas de expresión con neuromoduladores ya que ha demostrado ser la sustancia más eficaz contra este tipo de arrugas.
Este tratamiento, que actualmente se utiliza en muchas especialidades médicas, también se usa muy frecuentemente en Medicina Estética. De hecho, es uno de los tratamientos más demandados ya que actúa rápidamente sobre estas arrugas proporcionando unos resultados muy satisfactorios.
Esta sustancia se infiltra en las arrugas de expresión para actuar directamente sobre la acción de los músculos que generan la arruga. ¿Cómo lo consigue? Actuando como relajante muscular y permitiendo que los músculos se relajen y, por tanto, no se contraigan al reír, llorar, hablar, gritar o lo que queramos hacer con el rostro. De esta forma se logra un aspecto rejuvenecido y sin aspecto de enfado.
Se trata de una técnica que se realiza en consulta siempre de la mano de un médico estético y en sesiones de 10 a 20 minutos. Los pacientes pueden volver a su vida habitual de inmediato sin efectos secundarios y disfrutar de los resultados durante aproximadamente unos seis meses.
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