Los principales avances en el lifting facial, que se han logrado hasta el momento han sido la reducción del tamaño de las cicatrices y la tendencia a lograr un aspecto natural. Hoy en día prácticamente ya no se realizan liftings ‘extremos’. Sin embargo, los resultados finales que se obtienen ahora tras un lifting son espectaculares, sobre todo, gracias a intervenciones menos invasivas y a menores cicatrices. Asimismo, se está empezando a recurrir, con efectos muy positivos, a los injertos de grasa de la propia paciente, los cuales, combinados con el lifting, están mostrando prometedores efectos.
La edad media de los pacientes que se someten a un lifting facial, la gran mayoría mujeres se sitúa, en España, en los 45 años. El perfil de paciente menor de esta edad se suele corresponder con una mujer dinámica, que trabaja de cara al público y que le da mucha importancia a su imagen.
Aunque los procedimientos estéticos auxiliares, como las infiltraciones de ácido hialurónico o las hilos tensores van en aumento, los resultados de estas técnicas frente a una cirugía de rejuvenecimiento facial no son comparables.