La cirugía plástica más allá de cambiar la apariencia física, puede tener muchos beneficios psicológicos como aumentar la autoestima.
Hay muchas razones por las que las personas se someten a una cirugía plástica. Una de las razones es para sentirse mejor con uno mismo. Está comprobado que las personas que tienen una alta autoestima son más seguras, les va mejor en el trabajo y en las situaciones sociales y tienen relaciones estables. Por eso, muchos especialistas consideran a la cirugía plástica como una “cirugía psicológica” porque afecta el estado emocional. Según un estudio realizado por la Universidad de Florida, en la mayoría de los casos la autoestima de las personas que se someten a una intervención estética se eleva porque produce beneficios psicológicos importantes.
De todas maneras, esto no significa que las carencias emocionales de las personas desaparecerán simplemente por cambiar de apariencia. Hay quien busca recuperar la autoestima perdida en una operación, y ése no es lugar adecuado para encontrarla.
Muchos jóvenes actualmente desean someterse a cirugías estéticas. Sin embargo, como su personalidad aún está en desarrollo es muy importante asesorarse por profesionales, así como que los padres mantengan una sincera comunicación con sus hijos para asegurarse de que están tomando la decisión adecuada.