La blefaroplastia se ha convertido en una de las cirugías estéticas estrella en los últimos años. Su aceptación ha sido especialmente destacable entre los hombres, actualmente ellos se realizan 4 de cada 10 cirugías de este tipo.
Los ojos son una pieza clave de la estructura facial y, además, es lo primero que ven en nosotros. El hecho de tener unos párpados caídos o bolsas en los ojos genera gran inseguridad en muchos pacientes. Por todo ello, la cirugía de párpados ha escalado hasta lo más alto del ranking estético.
Blefaroplastia para recuperar una mirada con carácter
Con la edad los músculos de la cara y de la zona periocular pierden firmeza, lo que genera un envejecimiento prematuro del rostro.
A través de la blefaroplastia o cirugía de párpados se elimina el exceso de piel y de grasa existente tanto en los párpados superiores e inferiores. De esta forma no sólo se acaba con el aspecto cansado y triste de la mirada, sino que se devuelve carácter, personalidad y juventud a los ojos.
En otras ocasiones, esta cirugía no se lleva a cabo por motivos estéticos sino funcionales, es decir, en pacientes que debido a la caída del párpado tienen molestias, sensación de peso y dificultad para abrir los ojos.
¿Cómo se realiza la blefaroplastia?
Para esta intervención se aplica anestesia local en el paciente. Las incisiones que se realizan pueden ser de dos tipos: en el caso del superior, se realizará siguiendo el contorno del surco entre el globo ocular el hueso, mientras que en el inferior ésta se realiza debajo de la línea natural de las pestañas.
Si la cantidad de piel a eliminar no es excesiva, el cirujano puede optar por realizar una incisión transconjuntival, es decir, dentro del párpado.
En cualquier caso, éstas se realizan en pliegues naturales de la piel de los párpados para evitar que sean visibles a posteriori.
Esta cirugía es bastante rápida, en una hora aproximadamente el paciente puede regresar a su casa. Aún así, la duración va a depender de cada caso, paciente y cantidad de piel y grasa que se deba retirar. Además, muchos pacientes aprovechan para realizar otras cirugías de rejuvenecimiento facial en la misma intervención.
En cuanto al postoperatorio, éste no es doloroso pero si puede resultar molesto, sobre todo las primeras semanas. El paciente sentirá tirantez, inflamación y hematomas que irán reduciendo de forma gradual.
Para volver a recuperar la luminosidad y vitalidad de tu rostro, confía en un equipo de profesionales médicos expertos en cirugías estéticas. En Clinimagen te realizaremos un estudio personalizado y te acompañaremos durante todo el procedimiento para lograr un resultado natural y de calidad.