¿Cuáles son los cambios estéticos en el embarazo?
Durante el embarazo, el organismo femenino sufre cambios hormonales que favorecen la aparición de estrías y celulitis y la retención de líquidos. Hormonas como los estrógenos, la progesterona o la gonadotropina coriónica, secretadas en mayor cantidad por las mujeres embarazadas y necesarias para el correcto desarrollo del feto, provocan retención de líquidos y, con ello, promueven la aparición o agravamiento de la celulitis.
Por otro lado, la relaxina es una hormona que detiene totalmente la producción de colágeno. Este hecho, unido a los estiramientos cutáneos y los cambios bruscos de peso del embarazo, proporcionan las condiciones idóneas para la aparición de estrías.
Dependen de cada mujer, pero por lo general los cambios estéticos que se producen a lo largo del embarazo son los siguientes:
- El abdomen aumenta de volumen para permitir el crecimiento del bebé que crece en el interior. El útero puede alcanzar hasta 20 veces el tamaño de un útero no gestante.
- El pecho aumenta de tamaño preparándose para la lactancia. Los pezones, ahora más sensibles, comienzan a endurecerse y adquieren un color más oscuro, junto con la areola.
- La pigmentación de la piel puede cambiar. En algunas ocasiones aparecen manchas, sobre todo en la cara. Algo muy característico en el embarazo es la aparición de la línea nigra, una línea oscura que aparece en la piel desde el ombligo hasta el nacimiento del vello púbico. Estas modificaciones de pigmentación surgen como consecuencia de los cambios hormonales. Después del parto suelen desaparecer. También los lunares, pecas y verrugas pueden aumentar de tamaño o de número. La mayoría de estos cambios volverán a la normalidad después del parto.
- La piel de algunas zonas del cuerpo, como abdomen, pecho, muslos, se estira y puede que aparezcan estrías. Las estrías son manchas pequeñas y alargadas, en la piel, de color rosa, rojo o parduzco, dependiendo del color de piel de la mujer.
- Al principio del embarazo pueden aparecer varices en los miembros inferiores y en la vulva, que pueden ser en algunos casos dolorosas. Estas dilataciones de las venas suelen ser más frecuentes en las mujeres que esperan su segundo o tercer hijo. A menudo desaparecen después del parto.
En muchas ocasiones no es tan fácil la recuperación del cuerpo de la mujer tras el embarazo por eso existen diferentes técnicas de medicina y cirugía estética que se realizan en mujeres que han pasado por uno o múltiples embarazos.
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