Tener unos pechos firmes y bonitos es algo que toda mujer desea. Los años, los embarazos y el relajamiento de la piel son algunas de las causas que provocan la caída del pecho. La mastopexia o elevación de las mamas es una intervención quirúrgica cada vez más frecuente entre las mujeres que no se sienten a gusto con su pecho.
Las pacientes más comunes son aquellas que han tenido una forma y volumen adecuado y con el paso de los años y cambios hormonales sus pechos se han ido cayendo, desluciendo su figura. En otras ocasiones lo que encontramos es un exceso de piel y casi no hay tejido mamario, esto lo vemos en pérdidas de peso muy agresivas.
La maternidad (embarazo-lactancia) es otra de las causas de la caída del pecho. Si se tiene previsto ser madre en un período breve de tiempo, lo mejor es esperar para operarse. Tras los embarazos y la lactancia prolongada la mama podría volver a caer y se necesitaría una nueva intervención, pero siempre va a depender de los cambios de cada mujer.
Un mito que hay que rechazar es la opinión generalizada de que una mujer operada de las mamas no pueda lactar. No existe ningún problema en operarse antes de la maternidad. Sólo en algunos casos muy concretos se restringe la posibilidad de amamantar de forma natural al bebé. Lo que sí debe tener en cuenta la mujer que ha sido madre es que debe esperar un mínimo de siete meses tras la lactancia para someterse a una cirugía mamaria.
La mastopexia es una intervención que requiere estudiar las posibilidades de cada persona. Se realiza con las mínimas cicatrices, remodelando el tejido mamario mediante colgajos de relleno y aporte de sustentación en los polos inferiores, evitando así la T invertida. Cuando hay poco contenido mamario se aporta volumen mediante prótesis para rellenar el exceso de piel consiguiendo dar consistencia y acortar cicatrices. Se trata de una intervención sencilla y tiene los riesgos y el postoperatorio de cualquier cirugía.
Tras la operación la mujer puede llevar un ritmo de vida normal y seguir haciendo deporte evitando los golpes. La ley de la gravedad hace que la caída del pecho sea inevitable, pero los buenos hábitos ayudan a tener un pecho firme por más tiempo. Una dieta equilibrada, un buen cuidado de la piel y un sujetador adecuado son algunas de las indicaciones que toda mujer debería seguir.