Cada vez más, la reconstrucción mamaria es considerada como una parte esencial del tratamiento de rehabilitación del cáncer de mama, ya que existen claras evidencias de que favorece la curación y disminuye la incidencia de trastornos psicológicos asociados a la mastectomía. Prácticamente, todas las mujeres que han pasado por un proceso de mastectomía tienen la posibilidad de reconstruirse el pecho, pero para ello, es fundamental que reciban la información más completa sobre las diferentes posibilidades de reconstrucción.
Según el estudio ‘La calidad del tratamiento integral a las mujeres afectadas por cáncer de mama’ de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) sólo el 30% de las mujeres que han sufrido una mastectomía se somete a una reconstrucción mamaria.
El proceso de reconstrucción mamaria favorece la curación y disminuye la incidencia de trastornos psicológicos asociados a la mastectomía. De hecho, el estudio revela que el nivel de satisfacción con la propia imagen, la apariencia y el aspecto físico es mayor entre las entrevistadas que han pasado por una reconstrucción mamaria.
El 86% de estas pacientes reconoce haber logrado altos niveles de calidad de vida tras la reconstrucción y la práctica totalidad recomendaría a otras mujeres que se sometieran a esa intervención de cirugía plástica.
Asimismo, el estudio revela que los cirujanos plásticos están presentes en el 70,2% de las reconstrucciones inmediatas (cuando se realizan al mismo tiempo que la mastectomía) y en el 89,3% de las reconstrucciones diferidas (cuando se realizan de forma posterior)