El regreso de las vacaciones supone para muchas personas retomar ideas que tenían en mente antes del merecido descanso. Y algunas de ellas tienen que ver, y mucho, con la estética. La vuelta del verano es uno de los momentos en los que muchas personas se plantean someterse a esos retoques.
Tanto es así, que según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), las intervenciones de cirugía estética facial crecen un 40% en nuestro país en el último cuatrimestre del año respecto a los ocho meses precedentes, Son los mayores de 45 años los que más recurren a estas intervenciones, que se reparten entre un 83,8% de mujeres y un 16,2% de hombres.
¿Por qué tras el verano? La SECPRE atribuye el destacado incremento a partir de septiembre a tres factores relacionados con el fin de la época estival: un factor psicológico motivado por el final de las vacaciones y la vuelta al trabajo, la aparición de manchas tras la exposición al sol sin la protección adecuada y la mayor visibilidad de las arrugas al aclararse la piel una vez desaparecido el moreno.
Es en este periodo cuando la acción de la edad y del sol sobre el rostro se hace más evidente, lo que conlleva una mayor demanda de las dos intervenciones principales de cirugía facial, la destinada a eliminar o suavizar arrugas y líneas de expresión y la que persigue disminuir la flacidez cutánea.