El abdomen es motivo de preocupación de muchos hombres y mujeres. Soñamos con un vientre plano, libre de grasa, con sus músculos marcados y muchas veces nos pasa que hacemos dieta pero esa parte de nuestro cuerpo se resiste a bajar. Te presentamos seis hábitos que te ayudarán a conseguir un vientre plano.
Reducir la sal
Ya sea como condimento, en comidas procesadas, enlatadas o en aderezos varios, la sal es enemiga de los vientres planos. El sodio atrae el agua, entonces, cuando ingerimos sal en mayor cantidad de la necesaria, retendrás fluidos y tu silueta tomara una apariencia redondeada.
Evita las bebidas gaseosas y azucaradas
Beber agua mineral es una forma de bajar calorías. Por cada vaso de refresco o bebida azucarada que evites te estarás ahorrando unas 10 cucharaditas de azúcar. Si tomas agua, tu cuerpo lo agradecerá.
Menos carbohidratos
Los músculos guardan como fuente de energía una clase de exceso de carbohidrato llamada glucógeno. Con cada gramo de glucógeno se almacena junto con 3 gramos de agua. Si no eres un deportista profesional, no necesitas una gran concentración de energía y agua en tus músculos.
Consume proteínas
Una dieta rica en proteínas y reducida en hidratos de carbono puede hacer liberar el exceso de fluidos y la grasa de tu cuerpo. Las proteínas deberían cubrir el 25% de la ingesta calórica diaria, además ayudan a la sensación de saciedad y aportan mucha energía al organismo, sin efectos negativos sobre el peso.
Vegetales cocidos
Los vegetales tienen un valor nutritivo similar a los crudos pero ocupan mucho menos lugar en el intestino. Si deseas un vientre plano come vegetales cocidos que te permitirá absorber los nutrientes necesarios sin expandir tu conducto intestinal con volumen extra.
No a los fritos
Las comidas fritas se digieren mucho más lentamente y hacen que te sientas pesado e hinchado. Las grasas recomendadas son las grasas monosaturadas que pueden ser encontradas por ejemplo en el aceite de oliva, las nueces, guacamole y chocolate negro.