En los últimos años, la cirugía del lifting ha evolucionado, consiguiendo unos resultados más naturales y duraderos, así como post-operatorios más cortos. El cambio más importante que ha condicionado todas las variantes técnicas de la cirugía anti-envejecimiento han sido los estudios anatómicos.
Éstos han demostrado que el proceso de envejecimiento es un todo que va de la estructura ósea a la superficie, pasando por la musculatura, la grasa, las fascias, etc., todos están afectados en mayor o menor grado.
Las técnicas actuales de la cirugía facial tratan todas las estructuras de la cara, consiguiendo un resultado más duradero y sobre todo, que no cambia la fisonomía de la persona. El proceso de envejecimiento afecta de una forma general a todas las estructuras superficiales e internas de la cara, por lo tanto, los tratamientos meramente superficiales no invasivos no son la solución completa para abordar el envejecimiento facial. Son coadyuvantes y como tal, muy adecuados como complemento. Pero para lograr unos resultados duraderos y evidentes, la cirugía facial sigue siendo el mejor tratamiento anti-envejecimiento.