Tener los pechos caídos es algo que puede afectar a cualquier mujer y a cualquier edad. Por ello, es un problema estético que se da con frecuencia por diferentes motivos. No obstante, la Cirugía Plástica ofrece una solución muy satisfactoria a este defecto visual: la mastopexia o cirugía de elevación de pecho. En este post te hablamos sobre esta intervención.
¿Por qué se caen los pechos?
Las causas que propician la caída del pecho pueden ser diversas y variadas e, incluso, en ocasiones, pueden darse más de una a la vez. Entre los factores que influyen en este resultado se encuentran:
- La genética. Algunas personas tienen una tendencia genética a tener más cantidad de pecho y, por tanto, más probabilidad de que caiga. Esto se debe a una ley física básica y es que cuanto más volumen exista más peso va a ejercer por lo que la gravedad afectará más.
- La edad. Aunque no es el factor más determinante, sí es cierto que el paso de los años hace que la piel pierda elasticidad y esto unido a los efectos de la gravedad, influyen en la caída de los pechos.
- Los embarazos y la lactancia. Esta suele ser la causa más determinante en la vida de las mujeres. Los embarazos hacen que el pecho crezca y produzca leche lo que produce un estiramiento de la piel. Durante la lactancia los pechos están en continuo cambio y tras esta etapa los pechos suelen disminuir de nuevo su tamaño quedando las mamas vacías y con la piel flácida.
- Las pérdidas y ganancias de peso. Cuando una mujer aumenta de peso es habitual que los pechos también aumenten su volumen. Por este motivo, al perder peso sucede lo mismo. Los pechos tienden a vaciarse cuando se pierde una gran cantidad de peso y, sobre todo, si esta se lleva a cabo de forma radicalmente rápida.
Ya hemos visto las causas más frecuentes por las que el pecho se cae. Ahora toca ver cómo ponerle solución a este problema estético mediante la cirugía reparadora.
La mastopexia para recuperar un escote firme
La cirugía de elevación de pecho se encarga de reconstruir las mamas caídas y devolverles su firmeza previa. Esto se lleva a cabo mediante una cirugía, la mastopexia, que se realiza en aproximadamente unas dos o tres horas de duración bajo anestesia general.
La cirugía consiste en la eliminación primero de la piel excedente y flácida de las mamas para luego recolocar el complejo areola-pezón a la altura que debe estar para que el pecho quede firme. Esta intervención, en ocasiones, conlleva la realización de una reducción del tamaño de la areola que a veces ha aumentado de tamaño en el período de lactancia y embarazo.
Para recomponer los pechos caídos se requiere la realización de incisiones en la zona de la areola y el pezón y, en algunos casos, en el surco submamario. Esto no siempre se realiza de la misma manera ya que dependerá principalmente de la gravedad de la caída de los pechos de la paciente.
Tras la retirada de la piel sobrante, el cirujano plástico procede a la recolocación de la mama y, para este paso en ocasiones se utiliza la colocación de una prótesis mamaria para proporcionar volumen. Esto sobre todo se utiliza en aquellos casos en los que el pecho se ha vaciado previamente como en aquellas mujeres que han dado el pecho con anterioridad aunque también se suele realizar en el caso de mujeres que han perdido mucho peso.
La elección de colocar o no una prótesis mamaria será una cuestión personal que debe decidirse previamente a la cirugía. Para ello, el cirujano plástico siempre asesorará a la paciente sobre su caso particular cuando lleve a cabo un estudio de su anatomía en la primera consulta.
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