¿Y si fuera posible recuperar la juventud facial sin pasar por el quirófano? Vuelve a lucir una piel luminosa y uniforme gracias a la última tecnología en estética: el láser Resurfacing.
Arrugas, surcos, manchas, flacidez… son signos de la edad que dejan su señal en la piel y hacen que nuestro rostro luzca envejecido. Eliminando la capa superficial castigada por el paso de los años damos a la piel la posibilidad de mostrarse joven y rejuvenecida, sin bisturí.
¿Cómo actúa el láser Resurfacing?
El láser Resurfacing actúa de forma programada y precisa en la dermis, vaporizando mediante un láser de CO2 de forma delicada la zona externa de la epidermis. De esta manera, se acelera el proceso de regeneración natural de la piel que con el paso de los años se vuelve más lento y así eliminar lesiones cutáneas en el rostro.
Los parámetros del láser se ajustan de forma personalizada por el especialista médico y su acción abrasiva actúa sobre la superficie de la piel afectada a una profundidad exacta, controlada y uniforme. Así no solo se evita el sangrado, sino que se controla específicamente la penetración del láser. El haz de luz usa una fuente de energía «fría» por lo que no quema la piel ni perjudica a los tejidos sanos.
Se trata de una tecnología de doble acción ya que mediante el calor que genera el láser se favorece la formación de colágeno, que tiene un efecto relleno en arrugas y surcos. Del mismo modo, la acción abrasiva elimina la superficie de la piel, donde se presenta la hiperpigmentación y los estragos de la polución, mala alimentación y sobre todo, la radiación solar.
Es imposible luchar contra la edad, pero sí es posible eliminar sus señales en la piel. El láser Resurfacing ofrece excelentes resultados, duraderos y seguros. Recupera la luminosidad de la piel y luce un rostro radiante en 2016.