Con el tiempo, la piel presenta arrugas y surcos, líneas de expresión, rasgos caídos y bolsas, especialmente en el rostro y en áreas como las mejillas, las cejas y otras zonas alrededor de los ojos, el cuello y la papada. No se puede luchar contra la gravedad, tampoco con la edad, aunque la tecnología y la investigación en medicina estética han conseguido ponerle freno a algunos de sus tan temidos efectos.
Con la medicina estética se pueden paliar los estragos del paso de los años sin pasar por el quirófano, con una técnica mínimamente invasiva y orientada a devolverle al rostro una imagen más joven, tersa, firme y uniforme. Se trata de los hilos tensores, un revolucionario tratamiento que no requiere ingreso, postoperatorio o largos procesos de recuperación y que ofrece resultados instantáneos.
¿Qué son los hilos tensores?
El tratamiento con hilos tensores es un procedimiento mínimamente invasivo que consiste en introducir unos hilos especiales y muy finos en las zonas a tratar. Mediante unas agujas delgadas que sirven de guía, el especialista coloca los hilos, que serán de diferente largo según las proporciones faciales, que se fijarán a la piel y ejercerán de esta forma un efecto tensor elevando la piel.
No es un procedimiento doloroso y normalmente ni siquiera requiere de anestesia, aunque según el caso en ocasiones es recomendable el uso de una crema anestésica o anestesia local.
Resultados
Los resultados del tratamiento son instantáneos y generan un efecto reafirmante en la piel, que se fortalece y luce más firme con un aspecto más saludable y natural. Además, los hilos tensores favorecen la producción de colágeno y elastina, dos sustancias clave para la firmeza y uniformidad de la piel, por lo que a las pocas semanas los resultados serán aún mejores.
Beneficios de los hilos tensores
- Sus efectos son visibles de forma inmediata y se consiguen excelentes resultados de rejuvenecimiento facial.
- Los resultados son naturales y respetan los rasgos particulares del rostro, la expresión facial no cambia tras al tratamiento.
- Es un tratamiento mínimamente invasivo, seguro y que no requiere de hospitalización ni anestesia.
- Los hilos tensores favorecen la producción de colágeno y elastina en la epidermis.
- No hay sangrado ni cicatrices, las molestias son mínimas y la recuperación muy rápida y sin necesidad de cuidados especiales.
- Los hilos tensores no producen rechazo ni reacción alérgica de ningún tipo, por lo que son seguros para la salud del paciente.
- El tratamiento es rápido y sencillo, normalmente no requiere de más de una hora.