¿Cuántas veces no habremos deseado que nuestro rostro se mantenga con la misma tersura y luminosidad que a los 20 años? Con el paso de los años, la exposición solar y la contaminación hacen que nuestra piel vaya perdiendo hidratación y vitalidad. Por ello aparecen arrugas y líneas de expresión que suman años a nuestra dermis.
Recuperar la juventud en el rostro es posible gracias a una amplia variedad de tratamientos. Uno de los más novedosos es aquel que utiliza plasma rico en plaquetas. Una forma revolucionaria, muy avanzada y biocompatible de volver a lucir una piel perfecta.
El tratamiento de rejuvenecimiento facial de PRP consiste en la infiltración de plasma rico en plaquetas con factores de crecimiento que favorece la formación de fibroblastos y aumenta la producción de colágeno. De esta forma se consigue una piel más elástica, hidratada y luminosa.
¿Qué es el PRP o Plasma Rico en Plaquetas?
Las plaquetas son uno de los componentes de nuestra sangre. Éstos liberan factores de crecimiento encargados de estimular la regeneración celular, aumentar la formación de nuevos vasos sanguíneo y producir nuevos tejidos, es decir, tienen un efecto regenerador.
Al hacernos una herida, son las plaquetas las que actúan formando una barrera y regenerando el tejido.
Los 3 pasos del Plasma Rico en Plaquetas para rejuvenecer el rostro
El tratamiento con PRP es rápido y prácticamente indoloro, el paciente tan sólo puede llegar a sentir alguna molestia con las inyecciones. Se trata de un proceso natural que utiliza las propias proteínas de nuestro cuerpo para devolver la tersura a la piel, por lo que no conlleva riesgos de posibles complicaciones ni efectos secundarios.
Este proceso se realiza en sólo tres pasos:
- Primero, el especialista obtendrá muestras de la propia sangre del paciente.
- En segundo lugar, se procede al centrifugado de la muestra. Este proceso durará aproximadamente unos 10 minutos y la finalidad es separar las plaquetas de los glóbulos rojos.
- Por último, se aplican el PRP en la piel del paciente mediante microinyecciones. Las zonas que se van a tratar y la profundidad de las inyecciones dependerá del estado de la piel y de las arrugas o líneas de expresión.
Este proceso se realiza de manera ambulatoria y se suele aplicar a pieles maduras con signos de envejecimiento o a pieles jóvenes con marcas de acné. En caso de estar recibiendo un tratamiento para el acné u otra patología será el médico quien determine su idoneidad.
Por normal general, se debe repetir este tratamiento unas tres veces al mes. Pasado un año tan sólo será necesario repetirlo una o dos veces al año como mantenimiento. Los resultados comienzan a verse a partir del día siguiente de su aplicación y serán mucho más notables a partir de los 30 días.
Este tratamiento debe realizarse por médicos especializados, quienes valorarán en cada caso la técnica de rejuvenecimiento facial más adecuada. En Clinimagen contamos con un equipo médico con décadas de experiencia en medicina estética.