El fin del verano es una época óptima para revisarse las manchas ocasionadas por la exposición indebida al sol. Cada año se diagnostican unos 4.000 casos nuevos de Melanoma al año en España y que, aunque extirpable en sus fases iniciales, adquiere una agresividad máxima en caso de metástasis.
El peligro del melanoma reside en su apariencia mínima, en forma de una simple peca o un simple lunar. Por ello, ante la menor sospecha, se debe acudir a un dermatólogo y un cirujano plástico, que será quien extirpe el melanoma y, llegado el caso, los ganglios afectados. La cirugía plástica se hace aún más necesaria cuando el melanoma está localizado, por ejemplo, en zonas como el párpado, que, evidentemente, ha de someterse a una reconstrucción tras la extirpación.