Senos: cómo deben examinarse tras una cirugía de aumento de pecho
Son muchas las pacientes que se preguntan sobre la frecuencia con la que se deben autoexaminar el pecho o si deben seguir cuidados especiales tras una mamoplastia. Lo primero es entender que el hecho de llevar implantes no aumenta el riesgo de sufrir ninguna patología. Varios estudios han sentenciado que es completamente falso que las prótesis mamarias aumenten la posibilidad de padecer un cáncer de mama.
Es fundamental que cada mujer se realice un autoexamen de senos en casa una vez al mes. Éste debe realizarse de la misma manera tanto si llevas implantes como si no, es decir, debes palpar los pechos y el área de las axilas en busca de protuberancias. En absoluto las prótesis dificultarán la palpación de nódulos, todo lo contrario.
A este proceso debes añadir controles médicos periódicos que podrán incluir, según la edad, mamografías o ecografías.
Examen de senos con prótesis
Como hemos dicho anteriormente, el hecho de llevar implantes no conlleva un examen diferente de los senos. Tan sólo debes tener en cuenta algunos detalles.
Pasados seis meses del aumento de pecho o elevación de pecho podrás realizarse mamografías sin problema. Es recomendable que al año de la intervención realices una mamografía de control para comprobar la evolución de la prótesis.
Además, tras diez años debes volver a realizarla con el fin de controlar el buen estado de la prótesis en general y especialmente de la envoltura. A parte de estas pruebas que son indispensables, debes mantener un seguimiento regular de las prótesis junto con el cirujano.
A la hora de realizar la mamografía es importante comunicarle al radiológo que tienes implantes para que el profesional pueda realizar un análisis más detallado, localizar zonas oscuras y observar con precisión el estado del tejido mamario.
Según como estén colocados los implantes el grado de visualización de este tejido puede variar lo que conllevaría exámenes adicionales para detectar con claridad lo que en la mamografía no se puede observar.
Si el implante está colocado tras el músculo pectoral la dificultad de visualización es inferior. Sin embargo, si la prótesis está colocada tras la glándula mamaria y por delante del músculo aumenta la dificultad de exploración ya que el implante puede crear zonas opacas.
En estos casos y siempre que las circunstancias lo justifiquen, la mejor solución es realizar una resonancia magnética. Ésta permite diferenciar con más claridad los órganos, tejidos, huesos y otras estructuras internas del cuerpo. Los resultados serán más certeros y dará una información más fiable de la salud de los senos.
Las autoexámenes y las visitas regulares al médico especialista son la mejor prevención para evitar futuras patologías.