Aunque generalmente el tratamiento para el aumento de labios ha estado asociado a la silicona, este material está prohibido por el Ministerio de Salud para este caso en concreto a pesar de que sí sirve para otro tipo de implantes. Esta intervención no se realiza mediante una operación común, sino que se inyecta el material elegido, que puede variar en función del efecto que desee el paciente o de los recursos económicos de los que disponga.
El aumento de labios debe realizarlo un cirujano plástico que tenga los correspondientes títulos y permisos sanitarios para poder llevar a cabo este tipo de intervenciones. En cuanto al material que se utiliza para rellenar los labios, pueden dividirse en dos grupos:
- Permanentes: se incluyen aquellos materiales cuyo efecto perdura con el paso del tiempo, por lo que para utilizarlos hay que tener mucha seguridad en que realmente quiere hacerse el aumento, ya que el implante se integra en el organismo y no desaparece. Entre los más utilizados destacan el Aquamid, el Dermative y el Bio-Almamid Lips.
- Temporales: son los que se utilizan cuando el paciente quiere el aumento de labios durante un determinado período de tiempo. Se recomienda para personas que quieren hacerlo pero que no tienen toda la seguridad necesaria, con lo que pueden así comprobar los resultados y saber si es lo que desean y si se siente a gusto con el resultado. Suele utilizarse material reabsorbible como el ácido hialurónico o el colágeno, ambos absorbidos de manera progresiva por el organismo.
Otro material que suele utilizarse en el aumento de labios es la propia grasa del paciente, la cual se extrae por liposucción y después de procesarse se inyecta en el labio.