
Aplicar el ácido hialurónico paso a paso
El ácido hialurónico es una de las sustancias que más se están utilizando hoy en día en medicina estética. Arrugas, líneas de expresión, patas de gallo… siempre existe algún tipo de marca que demuestra que el tiempo va pasando. Si no se desea recurrir a una técnica invasiva, el relleno de ácido hialurónico es una de las soluciones más demandadas actualmente.
El ácido hialuronico es un polisacárido del grupo glucosaminoglucanos, es decir es una molécula de azúcar que podemos encontrar de forma natural en nuestro organismo. Suele estar concentrado en las articulaciones, los cartílagos y la piel, y debido al paso del tiempo, nuestro organismo va consumiendo sus reservas y poco a poco, la concentración de ácido hialurónico disminuye.
Sus principales cualidades son la hidratación, puesto que el ácido hialurónico conlleva la capacidad de retener grandes cantidades de agua a su alrededor y sus características para rellenar tejidos como por ejemplo arrugas o signos de expresión.
El tratamiento suele tener una duración de entre 30 minutos y 1 hora, dependiendo de las zonas a tratar y la cantidad de producto que se necesite inyectar, en ocasiones se recurrirá a la anestesia local con el fin de que el tratamiento sea los más indoloro posible para el paciente.
El método de aplicación consiste en la infiltración mediante una jeringuilla muy fina, adaptada para cada tipo de tratamiento, y se irá rellenando la arruga o la zona a tratar, con el fin de recuperar la tonalidad y el aspecto liso y tenso de esa zona.
Tras aplicar el ácido hialurónico, la piel lucirá con una hinchazón acorde al tratamiento realizado, irá desapareciendo poco a poco y podremos observar con posterioridad los resultados reales de la operación. Suele aplicarse hielo para que descienda la misma, y al cabo de unos días la zona tratada lucirá un gran aspecto y se podrán comprobar sus excelentes resultados.
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