Cuando hablamos de cirugías de pecho, tendemos a pensar enseguida en el aumento de mamas o en la elevación de los senos caídos. Sin embargo, en ocasiones la operación de reducción de pecho se hace necesaria para algunas de nuestras pacientes, sobre todo si hablamos de temas relacionados con la salud.
¿En qué consiste la cirugía de reducción de pecho?
La reducción de pecho o mamoplastia consiste en un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas mediante extirpación de grasa, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes.
Esta cirugía va fundamentalmente dirigida a pacientes que sufren de un pecho excesivamente grande, es decir, de gigantomastia. Este volumen descompensado con la proporción del cuerpo, en ocasiones, podrían presentar serios problemas de salud debidos al exceso de peso, como el dolor crónico de espalda y cuello, irritaciones de la piel debajo de la mama e incluso problemas respiratorios.
La edad a partir de la cual se puede empezar a operar es una vez finalizado el desarrollo corporal, es decir, en torno a los 18 años. Para ello, se observa al paciente mediante una radiografía de la mano y se comprueba que el desarrollo óseo está completado.
Gigantomastia: cuando el pecho es demasiado grande
¿Cuándo podemos decir que unos pechos se consideran demasiado grandes? Este factor dependerá de cómo le afecte a cada mujer según su constitución.
Unas mamas estándar suelen pesar unos 400 g cada una, pero este peso puede dar muchos problemas a una mujer delgada de 1,50 m de altura. Sin embargo, resulta normal o incluso pequeño en otra de 1,80 m de estructura ósea grande. Por tanto, cuando hablamos de un pecho con gigantomastia nos referimos a un pecho que resulta desproporcionado para la mujer, causándole problemas e incomodidad en su día a día.
¿Qué problemas da un pecho muy grande?
La gigantomastia provoca principalmente dos problemas en la mujer:
Dolor cervical. Como consecuencia del peso de las mamas, el centro de gravedad se desvía hacia delante y origina dolor en las cervicales.
Problemas cutáneos. Además, una mama muy grande suele estar caída y se apoya sobre la piel del abdomen. Ese roce dificulta la higiene y puede acabar provocando dermatitis bajo el seno. En los meses de verano este problema se agrava debido al sudor, ocasionando que pueda infectarse la zona y aparezcan eczemas.
¿Cuál es el proceso de cirugía de Reducción de Pecho?
La mamoplastia de reducción de pecho tiene como objetivo principal reducir el volumen mamario, elevar el seno a su posición natural y reconstruirlo para que luzca natural y estético. El proceso quirúrgico consiste en quitar piel y alzar el pecho. Para ello, se hace una incisión alrededor de la areola, otra de forma vertical desde la areola hasta el surco submamario y una última horizontal en la parte inferior de la mama a lo largo del surco submamario. La cicatriz queda en forma de T invertida, aunque escondida con el cambio de pigmentación de la areola y con la caída natural del seno en el caso del surco submamario.
Esta operación puede realizarse mediante diversas técnicas según el tipo de mama, pero siempre teniendo en cuenta dos objetivos:
- Mantener la sensibilidad y la lactancia de la mama, sobre todo en mujeres jóvenes.
- Elevar el complejo areola – pezón que suele estar entre 8 – 10 cm por debajo de lo normal.
En Clinimagen contamos con equipo médico profesional cualificado que ofrece la mejor garantía de calidad, resultados y buena praxis. Nuestros cirujanos no solo harán un seguimiento en el previo y postoperatorio, sino que elaborarán un estudio personalizado de cada paciente y lo acompañarán durante todo el procedimiento.
En el caso de la cirugía de reducción de pecho los resultados son evidentes al momento, el dolor de espalda desaparece nada más dar el alta a la paciente y las lesiones cutáneas mejoran a los pocos días. ¿Necesitas más información sobre esta intervención quirúrgica? ¡Contacta con nosotros y te resolveremos todas tus dudas!