El lifting: Los avances y el aumento de su uso
El lifting es una de las técnicas estéticas más demandadas a la hora de combatir el envejecimiento facial, sobre todo cuando éste va acompañado de flacidez. Las intervenciones de este tipo han crecido en un 20% en los últimos quince años, y cada vez más tienden a combinar la cara con el cuello y a realizarse a edades más tempranas.
En general, los liftings han evolucionado hacia la imperceptibilidad de las cicatrices y el logro de un aspecto natural.
Las tendencias actuales apuntan, asimismo, a la combinación del lifting facial con el cervical, de forma que el cuello se interviene también quirúrgicamente mediante bisturí y suturas -en lo que se conoce como necklift– y no exclusivamente mediante liposucción, como era frecuente hasta fechas recientes.
Los primeros liftings se centraban, sobre todo, en la zona de las mejillas bajo los pómulos para combatir su flacidez. En esta zona también ha evolucionado la técnica, en la medida en que se tiende a combinar la cirugía de recolocación propia del lifting con una cirugía de volumen mediante la infiltración de grasa del propio paciente. La grasa procede, por lo general, de otras zonas del cuerpo donde suele haber exceso, como por ejemplo el abdomen, los flancos o la cara lateral de los muslos.
Los expertos ponen de manifiesto la tendencia al adelanto en la edad a la que los pacientes se someten a un lifting en España. Si bien los 65 años marcan la edad a partir de la cual estas intervenciones son más demandadas, cada vez son más frecuentes los denominados liftings de mantenimiento en personas de entre 40 y 45 años, que buscan tanto corregir los primeros síntomas de flacidez como un efecto preventivo antienvejecimiento.