Saber cuál es la época del año más adecuada para una operación de cirugía plástica-estética es uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta. Estas recomendaciones son sobre todo para proteger a los pacientes operados en cuanto a sus cicatrices, hematomas y daño solar.
De forma muy genérica se podría decir que la mejor época para operarse de cualquier zona son otoño, invierno y primavera. Si la cirugía realizada no es facial y la podemos esconder, cualquier cirugía corporal se puede realizar en verano siempre y cuando podamos tapar las cicatrices.
La cirugía facial como un lifting, rinoplastia o blefaroplastia van a dejar morados durante 15-20 días y si se realiza la intervención en verano hay que ser super estrictos con respecto a la protección solar (cremas solares de pantalla total, gafas de sol y gorros o pamelas). El riesgo es que se pigmenten las cicatrices y los hematomas y esta pigmentación es visible y muy difícil de tratar posteriormente.
Las cirugías corporales también es recomendable realizarlas en los periodos de primavera, otoño o invierno aunque si en verano se pueden tapar las cicatrices no hay inconveniente en ir a la playa o a la montaña. Siempre tener en cuenta que no debe tomarse el sol ni rayos UVA hasta que los hematomas no hayan desaparecido completamente y proteger las cicatrices con esparadrapos opacos o bien biquini o bañador. Otro aspecto a tener en cuenta en algunas cirugías corporales son las fajas postoperatorias que deben llevarse entre 1 y 2 meses y en verano con el calor pueden ser incómodas.