Muchos pacientes al llegar a consulta desean modificar su nariz (rinoplastia) o su mandíbula, cuando realmente lo único que necesitan para crear una armonía perfecta en la cara es una mentoplastia, una de las cirugías estéticas más practicadas.
El mentón es uno de los principales responsables de que nuestro rostro esté armonizado. Existen diversos estudios acerca del perfil de la cara que indican que la posición correcta del mentón debe estar al mismo nivel que el labio inferior en el hombre y 2 milímetros detrás de éste en la mujer.
La mentoplastia permitir corregir el mentón, ya sea disminuyendo aquellos que son muy pronunciados o aumentando hasta en 7 milímetros sobre la posición original los que tienen poca proyección.
Cómo se realiza una mentoplastia
La intervención quirúrgica que permite dar forma y corregir el mentón es sumamente sencilla y no conlleva riesgos.
El especialista realiza un estudio previo de las facciones del paciente para colocar el mentón en la situación correcta. Una vez en quirófano se podrá aplicar anestesia local o anestesia general, según cada paciente.
En el primer caso, la intervención es de tipo ambulatorio y no requerirá de ingreso en el centro médico. Sin embargo, al aplicar una anestesia general el paciente deberá permanecer una noche en el centro.
El tiempo empleado en la realización de la cirugía es de tan sólo 1 o 2 horas. Por normal general, el cirujano realiza una incisión en el interior de la boca, evitando que las cicatrices sean visibles.
Muchos pacientes combinan las mentoplastias con la realización de otras intervenciones como rinoplastias, cirugía de papada o retoques faciales.
Mentón retraído o prominente
En el corte realizado por el cirujano se implanta una prótesis de silíceo sólida, para dar proyección a los mentones retraídos. Así se aporta el tamaño y la forma idónea de acuerdo con la fisionomía del rostro del paciente. Además de prótesis, también es posible utilizar tejido graso del cuerpo del paciente mediante infiltración.
En el caso de aquellos que tienen un mentón demasiado prominente, la técnica quirúrgica consiste en el lijado del hueso (osteotomía). Éstas permiten avanzar, acortar y estrechar la mandíbula.
Postoperatorio de la mentoplastia
El postoperatorio de la mentoplastia no es doloroso, tras la intervención la paciente sentirá hinchazón en la zona tratada durante dos o tres días y pasada una semana volverá a tener un aspecto normal.
Para bajar la hinchazón se recomienda el uso de compresas de hielo durante 20 minutos cada hora sobre el área del mentón.
Se debe prestar mucha atención a las cicatrices en la cara interna de la boca. Para ello hay que seguir unos cuidados de higiene oral utilizando seda dental, cepillo y un enjuague tras cada comida, a partir del tercer día.
La vuelta a la rutina y a las actividades habituales puede ser desde el día siguiente de la intervención, teniendo una serie de precauciones en cuenta como no levantar peso, evitar deportes bruscos o la exposición al sol durante los primeros 15 días tras la cirugía.
En tres meses se estima que el proceso de curación se ha completado, aunque en muchos casos este plazo es inferior.
Si quieres más información acerca de la mentoplastia no dudes en contactar con nosotros.