La flacidez facial es uno de los problemas que más preocupa a hombres y mujeres, que buscan conseguir un rostro bien definido y ‘difuminar’, en la medida de lo posible, los signos del paso del tiempo.
Los hilos tensores son útiles para el rejuvenecimiento facial sin cirugía. La indicación principal de estos hilos es evitar la flacidez y la caída de los tejidos. Con ellos, se pueden tratar distintas áreas faciales, como las mejillas caídas o el contorno mandibular. También se pueden elevar las cejas, ajustar la simetría en cejas y cara, servir de soporte de la piel del cuello y corregir la llamada línea de la ‘marioneta’.
Tienen su origen en Japón y se llevan utilizando como material de sutura cardíaca desde hace mucho tiempo, con lo que se ha podido contrastar su seguridad y está probado que no producen rechazo ni alergias al ser antimicrobianos y bioabsorbibles. El material del hilo es la Polidioxanona y se reabsorbe a los 6 meses. Pero, además, estos hilos tensores se pueden aplicar junto a otros procedimientos estéticos.
Se trata de un procedimiento seguro, sencillo, rápido, sin incisiones, sin dolor y con un material biocompatible y reabsorbible.