En el mundo de la cirugía estética entra con fuerza la prevención, que no es más que la corrección de los defectos en el mismo momento en que empiezan a dar señales de vida.
La edad media de quienes acuden a las consultas de medicina y cirugía estética ha bajado. Una de las claves para ello está en la aparición de técnicas cada vez más sofisticadas y eficaces, que ofrecen resultados naturales y sin apenas cicatrices, a lo que se une la reducción del tiempo de postoperatorio y recuperación.
Los especialistas recomiendan no esperar a que las arrugas hayan hecho su aparición, sino que se adelantan al enemigo. Esta mentalidad puede convertirse en un buen aliado para los pacientes porque, al no esperar a que los signos de envejecimiento sean demasiado evidentes, el defecto a corregir no es tan grave. ¿Y qué ventaja supone esto? Significa poder hacer realidad los principales deseos de todo paciente: se reducen los efectos de la cirugía y tanto el postoperatorio como la recuperación resultan mucho más rápidos.