
La menopausia, ¿cómo afecta a la piel?
Cuando piensas en los síntomas más característicos de la menopausia, lo primero que se te viene a la mente, seguramente, sean los sofocos. Son, está claro, el síntoma más conocido. Pero no el único. Y es que otra de las partes que sufre los efectos de esta etapa es la piel.
En general son las mujeres las que luchan más contra este efecto del paso de los años, el motivo es que durante la menopausia, edad en que la mujer aún es joven, se reducen los niveles de estrógenos, hormonas sexuales importantes para la piel, ya que la mantienen elástica y tersa y le dan un brillo durante la juventud.
La piel que más se arruga en la cara, es la de alrededor de los ojos, que es extremadamente fina y desprovista de grasa, lo que ocasiona que el esfuerzo al reír, llorar, abrir o cerrar los ojos se deteriore con mayor facilidad.
También, poco a poco desaparecen los panículos adiposos subcutáneos de la cara, además las fibras del tejido que son elásticas, se vuelven flácidas.
Otra parte afectada sin duda es el cuello de “tortuga”, que después de haberse presentado lisito, ahora presenta innumerables arrugas y flacidez. Esto se debe a que con la edad los poros, que es la salida de las glándulas sudoríparas, se ensanchan y la piel comienza a relajarse.