Masaje linfático
Una de las opciones que ofrece este campo es el masaje linfático, una técnica específica para el mantenimiento y mejora de la circulación de la linfa, una terapia que se realiza con las manos a través de movimientos suaves, lentos y repetitivos. Este tratamiento siempre debe realizarlo un especialista, ya que se trata de un procedimiento que requiere de formación y conocimientos de la técnica específicos.
Entre el amplio listado de beneficios que ofrece se encuentra la mejora de cuadros edematosos, inflamaciones y retenciones de líquidos orgánicos. Además, el sistema linfático trabaja estrechamente con el sistema inmunológico, por lo que a través de este tratamiento se favorece el estado de salud con un papel muy beneficioso en el sistema nervioso.
El drenaje linfático requiere de maniobras muy suaves, que se realizan con el fin de desplazar la linfa, que por cualquier causa se encuentra estancada, a territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso. Está recomendado para el tratamiento de numerosos problemas de diferente índole como la fibromialgia o el hipotiroidismo, migrañas, ansiedad o estrés.
En estética es un aliado infalible para la mejora de problemas de circulación como pueden ser las varices, piernas cansadas o hinchadas, celulitis o acné, ya que favorece el riego y ayuda a la recuperación de los tejidos. Una de los principales beneficios del masaje linfático es el postoperatorio.
Tras una cirugía estética medianamente invasiva o que genere hematoma o hinchazón como parte del proceso de recuperación, el masaje linfático puede ser un acelerador del proceso postquirúrgico. A través de esta técnica se favorece la circulación, minimizando moretones y evitando la inflamación de los tejidos.
El masaje linfático manual es una de las herramientas efectivas para acelerar la reabsorción del edema tras una operación estética. Además, con la mejora de la inflamación y del hematoma se reducen considerablemente las molestias que puedan aparecer tras una intervención, ya que el cuerpo tiene una ayuda extra para volver a su estado natural y recuperar los tejidos correctamente.
Es fundamental, si se trata de un tratamiento postquirúrgico, una comunicación estrecha entre el cosmetólogo que realice el masaje y el cirujano que realizó la operación, ya que entre ambos profesionales pueden detallar el plan correcto de recuperación de los tejidos, que tras una cirugía son extremadamente delicados. Este es uno de los principales motivos por los que Clinimagen cuenta en su equipo sanitario con profesionales cosmetólogos, para que de esta forma el trabajo conjunto de ambas especialidades se vuelquen en el paciente, ofreciendo una garantía en la recuperación y la optimización de los resultados.
Son muy buenos