Los últimos datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética sobre la cirugía de pecho demuestran que la mamoplastia de aumento de pecho es la reina de las cirugías estéticas en mujeres, pero también se está generando un incremento de peticiones y operaciones justo al revés: de la reducción de pechos.
El paso del tiempo, los embarazos, la lactancia, los cambios en el peso provocan en la mujer un efecto nefasto en sus pechos. Símbolo por excelencia de feminidad y de maternidad, van perdiendo elasticidad y dejan de estar firmes a consecuencia también de su propio peso y la falta de musculatura que la soporte.
El 80% de las mujeres tienen una ligera irregularidad entre sus senos que prácticamente no se percibe; el 50% posee el pecho izquierdo mayor que el derecho, produciéndose una asimetría. Ninguna mujer tiene los senos iguales en cuanto a tamaño, es algo natural, pero no muy notorio.
La cirugía de aumento de pecho o mamoplastia es una de las operaciones más demandadas en la actualidad. No obstante, es importante que tengas en cuenta al menos diez pasos básicos y adoptes la decisión más adecuada.
Una de cada 20 mujeres de España que recurre a la cirugía plástica lo hace para reducirse el pecho, según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE). Una de las múltiples causas que obligan a tomar esta decisión de reducirse el pecho no son los meramente estéticos, sino los constantes…
La mastopexia se entiende como aquella cirugía estética que sirve para levantar y restaurar el pecho caído, cambiar la posición del pezón y la areola y/o eliminar el exceso de piel. Todo para volver a tener un pecho más juvenil, proporcionado y simétrico a nuestra figura.