La intervención de aumento de mamas es la más demandada en España. Al mismo tiempo, es la operación de estética que más falsos mitos genera a su alrededor. El doctor Cano, cirujano plástico y estético de Clinimagen y miembro de la SECPRE, nos aclara que hay de verdad y que hay de mentira, en los mitos más extendidos sobre los implantes de pecho.
- No es cierto que las mujeres con implantes mamarios tengan mayor riesgo de sufrir cáncer. Es más, un estudio reciente confirma que, lejos de incrementar los tumores, las mujeres portadoras de implantes presentan una menor tasa de cáncer de mama.
- No es necesario cambiar las prótesis, pueden durar toda la vida. Sí es cierto que, con el tiempo, el material de la prótesis puede deteriorarse hasta llegar a ocasionar algún problema, por lo que se recomienda someterse a controles periódicos. Antes se aconsejaba renovar los implantes cada 10 años y aun hoy se considera una opción plausible. Sin embargo, cada vez las prótesis son de mayor calidad y resistencia, de modo que su durabilidad es más prolongada.
- Las prótesis mamarias no impiden una lactancia normal ni implican ningún riesgo para el bebé. Las prótesis mamarias no implican ningún riesgo para el bebé ni impiden una lactancia normal. Sí es cierto, sin embargo, que las mujeres con implantes colocados por delante del músculo pueden sufrir una mayor tendencia a que las mamas caigan un poco después del embarazo y la lactancia, pero no hasta el punto de operarse de nuevo.
- Los implantes mamarios no son susceptible a explotar en los aviones. Esta afirmación es pura especulación, pues mucho más frágiles son nuestros oídos y órganos internos que las prótesis de silicona, con lo cual estos se dañarían mucho antes que los implantes.