Gracias a la cirugía estética esto ya no es un problema, ya que el pecho puede volver a su aspecto natural y recuperar la firmeza y juventud mediante una intervención sencilla, rápida y segura: La mastopexia o cirugía de elevación de mamas.
¿En qué consiste la cirugía de elevación de mamas?
La mastopexia o cirugía de elevación de mamas es una intervención que tiene como objetivo devolver el busto a su posición para que recupere su forma y su atractivo. Para ello, el cirujano analiza cada caso de forma personalizada y siguiendo varios valores, como el nivel de caída, calidad de la piel, estrías o volumen perdido, procede a eliminar la piel sobrante y recolocar la mama y la areola en el centro del pecho. Se trata de una intervención que se realiza bajo anestesia general y que se prolonga entre 2 y 5 horas. La duración, en cambio, dependerá de la reconstrucción que haya que realizar del pecho, ya que esta es la parte más larga de la cirugía.
En algunos casos es necesario combinar la cirugía con implantes mamarios, para así rellenar el volumen perdido y que se obtenga un aspecto más natural en el pecho. También puede complementarse con métodos de refuerzo interno como el uso del propio tejido glandular, los músculos o las fascias (tejidos fibrosos que recubren el seno) para la reconstrucción completa del pecho.
Los resultados de la mastopexia son definitivos y serán visibles en pocas semanas tras la cirugía de elevación de mamas. A pesar de que un nuevo embarazo o un cambio extremo de peso pueden modificar los efectos de la intervención, el pecho ha sido recolocado en su posición correcta por lo que nunca partirá del punto anterior a la cirugía.